Blog

La ira, el veneno propio.

«La ira es el veneno que uno toma, esperando que muera el otro.» William Sakespeare

Completamente de acuerdo.

Las mujeres casi todos los días tomamos veneno en pequeñas o grandes dosis, y casi siempre les atribuimos la culpa a los hombres, incluso es en esos momentos cunado deseamos que estuvieran muertos, pero creo que no aprendemos la lección. Porque lejos de deshacernos de ellos, solo dejamos pasar las cosas, hasta que se vuelva a presentar otra ocasión donde decidas tomar doble dosis de veneno y estallar. Provocando destrucción total en cualquiera de tus relaciones interpersonales. Somos nosotras las que  utilizamos la frase de «no me hagas enojar» muy constante, cuando en realidad nosotras provocamos todo en nuestra mente, más cuando somos mujeres celosas, ordenadoras compulsivas y traumadas con la limpieza. Tonto, pero cierto. Las mujeres somos las que generamos la propia molestia, la propia desilusión, las propias razones para generar la ira. Entonces, está en nuestra propia mente detener consumir el veneno al que somos adictas. Y digo adictas porque segura estoy que has intentado no enojarte y no puedes. Además de que tú siempre justificas esa ira con que así eres, así es tu carácter. De sobra sabes que no puedes prometer cambiar porque fallarías, eso de intentar o aprender, modificar hábitos, no es para las egocéntricas como tú.

¿Nunca te has visto al espejo cuando estas enojada?, créeme tu misma te darías miedo, y creo que también te odiarías, tal y como lo hace la gente  a tu alrededor al ver como tu rostro cambia tanto. El odio que despide tu irada, por todo y todos. Como frunces la boca por un lado, como respiras más rápido y tu corazón late más rápido. Por eso dicen que muchas personas tienen parálisis faciales a causa de un enojo. Y es que las mujeres desde que amanece ya estamos enojadas por todo y por nada, con todos y con nadie. Seguramente en tu casa, tu familia ya te tienen miedo, no pueden preguntarte algo, comentarte algo, porque inmediatamente respondes de mala manera, lastimando a los demás. Seguramente eres de esas que hasta con las felicitaciones se enoja. Y qué me dices cuando discutes, o peleas con tu pareja. Dime cuantas veces no te has arrepentido de lo que haces y dices. Bueno pues déjame decirte que pedir perdón no basta, para reponer la sonrisa en la cara de la persona  a la que se la arrebataste con tus gritos, tratando de defenderte según tú de sus malos comentarios. Cuando en realidad tú eres quien está enojada y como estas enojada crees que todos están en tu contra. Tampoco basta un lo siento mucho, para reconstruir el corazón de quien se lo hayas roto con ese comentario hiriente o sarcástico y tampoco basta, un no lo vuelvo a hacer, para recuperar la confianza. Digo si es que ya habías prometido no volver a enojarte y no ponerte como te pones.

La ira esta en ti, pero tú tienes la opción de detenerla, tu eres quien decide cómo actuar, como responder ante ciertos acontecimientos que se presentan en tu vida. Date cuenta sean las razones que sean, resales o inventadas por ti ¿tomar el veneno en que te beneficia?, las demás personas seguirán haciendo las cosas que según a ti te molestan tanto, tú eres la que se quedara sola al final de todo y con esa actitud es lo único que buscas. Entonces solo acepta que así son las personas, esas son sus manías y cuando lo conociste ya era así, hablo de tu marido. Respeta, y veras como aceptando y respetando tu ira puede controlarse.

 

Los fantasmas del pasado y mi dulce realidad.

Hace un corto tiempo conocí a una persona, la verdad no le tome importancia ya que yo estaba pasando por un proceso difícil y prefería ignorarlo. Sin embargo, esta persona insistía en conocerme, yo lo rechazaba diciendo que no era buena idea y que honestamente no estaba preparada para conocer a alguien. Algo dentro de mi decía que sí, que me arriesgara, que me diera la oportunidad de conocerlo. Ya había pasado mucho tiempo sin pareja y creo que podríamos intentarlo aun cuando la gente a mi alrededor me decía que no era buena idea, incluso comentaban varias veces que debería estar bajo tratamiento médico para que mi situación mejorara. Me encontraba en la encrucijada de lo que la mente dice que es lo correcto y lo que desea el corazón, típico.

Honestamente no quería medicarme yo estaba obsesionada con el proceso y quería conocerlo, quería saber, entenderlo, comprenderlo y quizá porque no, hasta disfrutarlo. Si suena descabellado. No entendía cómo era posible que sabiendo lo que se, trabajado lo que había trabajado yo misma no podía sacarme del agujero donde me encontraba. Muchas personas me decían, me recordaban quien era. Otras me decían, que aplicara lo que hacía, decía, pensaba, otras que fuera yo misma, otras que tomara valor, otras que viviera mi vida, otras muchas otras cosas más. Todo mundo aconsejaba, pero nadie entendía lo que yo estaba buscando.

Mi cuerpo empezó a enfermar y yo sabía las razones y no podía curarlo. No sabía si era demasiado tarde para sanar o eran consecuencias de procesos anteriores. Lo cierto era que algo no estaba bien en mí. Entendía perfectamente todo lo que me decían, pero no lograba reaccionar. Esa persona que conocí, le di permiso de que conociera un aparte de mí y le compartí parte de mi pasado para que viera y entendiera el proceso. El peor error de mi vida. Hay personas que no entienden la maravilloso, que es poder regalarle un pedazo de tu vida, ellos lo mal interpretan, lo menos precias diciendo que ellos han vivido cosas peores y salido adelante. Hay personas que toman ese pedazo de tu vida para terapearte, exigirte, juzgarte, comprometerte, manipularte. Esa persona me dijo que estaría conmigo y que confiaba y creía en mí, en que lograría salir del bache en el que me encontraba. Creí, y confié que él en verdad estaría ahí para sostenerme cuando la enfermedad y las emociones decidieran terminar conmigo, pero no fue así, vio que me balanceaba en arenas movedizas cada tercer día y en lugar de ayudarme a encontrar suelo firme, sólo me observaba y criticaba.

Empecé a cansarme de sus ataques y empecé a luchar y a defenderme. Muy mala idea, eso nunca funciono. Empecé a jugar su juego. Y ahora yo también le decía cosas que sabía de su pasado y eso me molestaba mucho, porque yo no era así, no soportaba que me echara en cara que era muy inteligente y que sabía muchas cosas y que no sabía cómo era posible que me encontrara enferma. La verdad es que, entre ese bache existencial, en realidad estaba también la búsqueda de quien era yo actualmente, siete años después de haber pasado un proceso complicado ahora estaba enfrentando otro y eso me confundía. Creía saber perfectamente bien quien era y resulto que hace unos meses me desperté sin saber quién era y cuál era el rumbo que llevaba. Hoy entiendo que ese tipo de procesos son necesario y tenemos que vivirlos, el ser humano está sujeto a vivir en constante cambio. Y yo necesitaba reencontrarme nuevamente. Quería saber realmente quien era yo.

Este proceso sirvió para darme cuenta que el ser humanos siempre sabe quién es en realidad. Siempre es consciente de ello, el problema es que todo mundo nos dice cómo debemos ser y actuar para ser aceptados. Y mi verdadero yo estaba encerrado, pidiendo a gritos salir. Me conocía muy bien desde el punto de las debilidades que olvide quien era desde el punto de vista de las virtudes. Y la verdad es que yo no puedo renunciar a mi pasado, así como la persona que era mi paraje lo sugería. No puedo hacer como si no existiera, es real cuando dicen que tu pasado marca. Y que debes dejarlo ir, sí, pero no puedes olvidarlo, al menos eso no funciona para mí. Yo no puedo hacerlo a un lado. Cómo haces a un lado diez años de tu vida, de enseñanza y aprendizaje. Tampoco puedo olvidar a todas mis parejas. Ellas me han enseñado y yo he aprendido con ellas. Incluso con esta última aprendí que jamás nadie me dirá como debo ser, ocultarme para complacer. Y también me recalco que yo voy a seguir confiando en el ser humano, pase lo que pase, es verdad que no se quedó mucho tiempo. Pero fue el tiempo que él quiso y eso también se respeta. Quiero ser amada como soy, así de loca, así de enigmática, así de despeinada, a gritos, a silencios, así, leyendo bajo un atardece, a veces mal hablada, a veces tan propia, a veces tan enojada, a veces tan feliz, a veces tan ausente y a veces tan real, libre. Quiero que me acepten con todo el amor y la pasión que siento por el arte, la literatura, la escritura, los recuerdos, los aprendizajes, las enseñanzas. El ser humano busca tener un lugar en la vida de su pareja.

Hoy entiendo que yo no busco usurpar ni la ex, ni a las mujeres que ellos tienen por ídolos y tampoco busco superarlas, yo soy quien soy no sé si es menos o más, la verdad no me interesa. No estoy interesada en competir con sus fantasmas y yo no busco que compitan o erradiquen los míos. Yo soy yo y ellos también tiene un lugar especial en mi vida, sólo que no saben respetar. Así somos las personas apasionadas. Sacamos ventaja de todas esas emociones y pensamientos que cruzan en nuestras mentes, recuerdos del pasado escondidos entre las canas y las arrugas y las convertimos en arte, en poesía, en pintura, en literatura, en fotografía. No entendiste amor mío que tenías un lugar nuevo, uno especial y no tenías que competir contra mis fantasmas del pasado. No era cuestión de filosofía o conocimiento sólo se trataba de respeto sólo tenías que respetarlos, y respetarme, ya que ellos me hicieron lo que soy, lo que en cierta forma te gusto de mí y porque ellos tenían su lugar justamente ahí, en el pasado. Te amé y te amare, así como amo el recuerdo de cada uno de esos fantasmas en su tiempo y a mi modo. Tu recuerdo también me visitara y platicare con él, lo escuchare y luego lo dejare partir. Porque sólo disfruto con ellos a ratos. Sin embargo, tu y yo teníamos el futuro, tú eras mi realidad más próxima ahora también formas parte del paso. Te amare siempre.

Crónica de una mujer arrepentida

Creo en ti, pero ya no tengo fe como solía tenerla.

Heme aquí hablándote como hace tiempo no lo hacía. Heme aquí buscándote
como hace tiempo no lo hacía. Heme aquí aturdida por el ruido de mis
pensamientos y el eco de mis emociones, tratando de escucharte sin conseguir nada aún. Heme aquí con el corazón herido buscando nuevamente refugiarme en tu infinita misericordia; como cunado lo hacía de pequeña y como cuando lo hice nuevamente hace algunos años. Te busco, porque la vida se ha vuelto nuevamente insoportable. Quiero hacerte una petición importante quiero intercambiarte las cicatrices, las dolencias, los huecos, los agravios, los vacíos, los pensamientos, las emociones, mis debilidades, mis pecados, todo cuanto he hecho buscando evadirme a mí misma para seguir colgada de tu creencia. Ya no es suficiente, necesito una caricia, necesito volver a sentirte como antes, tu calor, tu presencia;
como cuando tenía la certeza de que estabas conmigo todo el tiempo, cuando
nuestra comunicación era buena y nuestras charlas eran simples y profundas. Esas charlas que solíamos tener por las noches cuando los miedos me envidian y tú solías decirme que lo estaba haciendo bien, que había un propósito. Establezcamos nuevos lazos, establezcamos nuevos vínculos.

Heme aquí como la esposa hablándole a su esposo, tratando de salvar
la relación, el matrimonio. Quiero volver a lo que teníamos antes. Quiero tener esa intimidad que había entre nosotros, quiero tener esa complicidad sobre nuestro amor, sé que soy yo la culpable, yo me aparte de ti. En cuanto supe que tenía un bebe en mi vientre supe que todo cambiaria entre los dos. Esa última noche que hablamos en el departamento enojada por que no estaba de acuerdo contigo, te pedí con mis manos tocando mi vientre y con lágrimas en los ojos que aun y con todo el coraje que sentía y todo el miedo, no me dejaras sola. Te pedí que a pesar de mi misma no se me olvidara quien eras tú y el lugar que ocupabas en mi vida. También te advertí sobre mis pensamientos, mis intenciones y lo que sentía. En el fondo sabes que estaba agradecida por el fruto que tenía incrustado en el vientre, lo habías vuelto fértil, aun cuando no fue como yo quería. Te prometí serte fiel y que nuestra relación no la tocaría nadie. Sé que lo recuerdas, y si me preguntas ¿Qué me paso?, te diría la vida me paso. La humanidad indolente y la sociedad cruel y mezquina, mediocre me derribo. Poco a poco me fui alejando de ti y al alejarme de ti perdí la fuerza que me mantenía de pie, olvidé mi propósito y me escondí. Los comentarios crueles y sus actitudes frías y comportamientos faltos de empatía me hicieron reconciliarme con la ira. Empecé a acariciar mis pensamientos y los cumplí, los hice reales. Luche créeme que luche contra no odiar a mi prójimo pues a final de cuentas ellos también son tus hijos y sé que merecen todo tu amor, compasión, y paciencia, pero en verdad te digo que es difícil amar a quien no comprende, a quien no ve más allá de sus
ojos y juzga, exige, se toma atribuciones que no le corresponde, busca sacar
siempre ventaja de la situación. Sé que no puedo ni debo juzgarlos. Porque yo
no soy tu. Pero desde ese punto me he vuelto más creyente en ti solo tú puedes amarnos aun cuando somos conscientes y aun así volvemos a caer en nuestros propios juegos una y otra vez. Somos necios, tercos, desobedientes.

 

Mi desobediencia me trajo hoy a ti, quiero que me tomes de vuelta como tú más fiel sierva, quiero estar contigo, y que obres en mí, que hagas tu voluntad en mí, sea cual sea, sin preguntar, sin reprochar. Quiero estar contigo hasta el final de mis días y no volver a darte la espalda. Perdóname por no saber aceptar tu voluntad y seguir atrapada en mis deseos personales, por estar envuelta en la fantasía de los caprichos de una mujer que aún no entiende lo majestuoso y sublime que es vivir sujeta a tu voluntad. Porque todo lo que tú dices se cumple y lo que haces en mi es para mi propio bien. Perdóname por no honrarte ni a dorarte como el ser humano insignificante y minúsculo que soy ante ti y por no reconocer al mismo tiempo la grandeza que hay en mi por ser tu hija, tu esposa. Quiero volver a ser digna de sentir tu fe, quiero ser digan ante tus ojos viviendo en total acuerdo con lo que tienes escrito y estipulado para mi vida. Hoy declaro que quiero volver a tu reino, quiero volver a casa y ser completamente tuya, mi señor, mi Dios.

¿Cómo Amar a una persona?

Esa señores y señoras es una muy buena pregunta. La realidad es que no hay una receta a seguir paso por paso, no hay una manera correcta de amar a un ser humano. Y mucho menos creo que exista la incorrecta. ¿por qué? pues porque todos somos diferentes. Todos tenemos diferentes perspectivas, historias, duelos, desilusiones, procesos en la vida. También nuestras creencias, religiones, deidades, ídolos, cultura son diferentes. Tenemos diferentes y extrañas maneras de pensar, imaginar, idealizar, soñar. Esto, aunado a nuestras diferentes, manías, mañas, extrañezas, rarezas, pasiones y objetivos y si además aceptemos que se cuelan, nuestros defectos, pues vaya señores y señoras que coctel tan suculento a tomar en consideración, pero todo eso junto hace en realidad lo que somos. Debemos aceptar que somos seres extremadamente complejos y cambiantes. Considero que los seres humanos no nos hemos puesto a reflexionar sobre lo complejo que se puede llegar a ser, pero que eso complejidad está presente en todas las situaciones de nuestra vida. Incluso me atrevo a decir que todas esas cualidades irán cambiando o aumentando con el paso de los años.

Una vez que aceptemos que todos tenemos esas cualidades en diferentes grados y proporciones entonces podría pensarse que los sentimientos tales como el amor no tienen que hacer daño. El amor lo entiendo como uno de los principales sustantivos abstractos que curiosamente el ser humano se empeña en volver palpable. Considero que es ahí donde radica la malinterpretación no solo del sustantivo sino del verbo en sí. El verbo amar no es sino la acción que realiza el individuo en la oración, pero si es algo tan sencillo de entender por qué cuando alguien declara con sus propias palabras al decir “te amo” no hay la sufriente credibilidad en las palabras. Por qué el ser humano busca demostrar con hechos o detalles que ama a otro ser humano, por qué el ser humano busca pertenecer. No digo que este mal el demostrar el amor con detalles, o que busques pertenecer. Considero que es lindo, tierno que quieras dar un extra, pero ese no es el fin. Más bien la pregunta sería ¿por qué ni eso es suficiente ahora?

Todo mundo habla de la baja autoestima y todo mundo dice que si tú no te amas no puedes amar a nadie más. Un ser humano tiene la baja autoestima porque nadie le ha enseñado como amarse, no sabe su valor, porque lo han lastimado o traicionado, eso ya es bien sabido. También es bien sabido que los consejos que te dan para empezar a amarte tampoco funcionan porque te vas al extremo del ego y la vanidad y nuevamente te pierdes. Entonces que podemos hacer todas aquellas personas que tenemos la baja autoestima y que piensan que no sabemos amar. Considero que tomando en cuenta lo que se mencionó al principio sobre todas nuestras diferencias en cualidades, todos somos capaces de amar y lo hacemos desde nuestro muy particular punto del ser. El problema está en que no todos aceptan esa manera o rara o extraña manera de amar. Quizá porque piensan que es simple, poca, vana o incluso insignificante, pero quien dijo que el amor era un juego donde el que ama exageradamente y siempre lo demuestra gana.

Imaginemos por un momento que a Jesús de Nazaret le preguntaran en una entrevista, si por la manera en como vivía se consideraba una persona con baja autoestima. ¿Cuál sería su respuesta? Y después me pregunto si con base a esa respuesta se le cuestionaría si él en verdad amaba al ser humano ya que lo que él decía estaba sujeto bajo sus términos o creencias. Me pregunto si Jesús de Nazaret en verdad puso en duda o en juicio que su valía como ser humano en el mundo le permitiría tener credulidad sobre su palabra al decir que amaba al ser humano. Desafortunadamente no tengo las repuesta. Pero sí sé que una persona con baja autoestima es capaz de amar de una manera tan sublime, particular y única. Dale de tomar al sediento y calmaras su sed. Se equivocan al decir que busques el amor en ti, cuando no lo hay. Es real que no podemos solos y que tenemos que buscar ayuda. Entonces yo buscaría a Dios primero, y después buscaría a alguien que me ame aceptando todas esas cualidades que viven en mí, calma tu sed. El problema radica en que nadie quiere darle de beber al sediento en este mundo tan ocupado y lleno de objetivos.  Y que todo mundo mal interpreta la codependencia. Cuando la realidad es que todos dependemos de todos y de algo. Los matrimonios son contratos, yo doy tu das, la reciprocidad está sujeta a la dependencia, depende de lo que me des para que yo de. Creo que nunca nos libraremos de los termino psicológicos y sociales. Cuando la vida es simple. Yo amo de muchas maneras y formas y de igual manera he recibido amor de muchas maneras y formas y mi conclusión es simple. Tienen que aceptar tu extraña, simple, única y autentica manera de amar, para que tu aceptes también su estrafalaria y exuberante manera de amar y viceversa. Nunca serán iguales las formas de amar, nunca, pero si respetan la tuya y respetas la de ellos llegan a un primer acuerdo de muchos que tendrán que tomar en pareja. Yo creo más en el amor de pareja que en el amor romántico e idealista. No hay maneras correctas o incorrectas de amar hay únicas y exclusivas maneras de amar.

Ya estoy lista

Yo: Ya estoy lista, lista para decirte adiós, me tomo  tiempo, disculpa no quise hacerte perder el tiempo, pero era necesario, ya que en lo que a mí respecta un adiós debe ser determinante, directo, especifico; un adiós no puede estar abierto a expectativa, o estar proyectado en la falsa esperanza del quizás. Las cosas no funcionan así conmigo. ES o NO es, lo demás no sirve, quita el tiempo y mi tiempo es importante y valioso así como tu indecisión y tu miedo lo son para ti. Disculpa la tardanza sólo quería estar completamente segura y para ello tenía que trabajar conmigo, no es fácil y aunque mi razón decía que ya me estaba tardando más de lo debido, que no me hiciera tonta al prolongar la toma de decisión porque sé que puedo mantener el velo  de la duda para hacerme la víctima. Comportarme como una mejer inconsciente y eso ya no me queda. La lucha no ha sido fácil pero gracias a Dios aun me mantengo cuerda.

Mientras el corazón estaba sumergido en la magia de lo maravilloso que es sentir y todo lo que esto conlleva, se balanceaba entre el ego y la razón, a uno le regalaba, caricias, sonrisa  al otro le guiñaba el ojo y le hacía cosquillas.

El ego dejándose acariciar por el corazón decía ¿y si esta vez luchamos? esta vez es diferente no hay desventajas si no por el contrario hay similitudes.

La razón tratando de evadir el guiño que le lanzo el corazón  respondió, el hecho de que esta vez la persona no sea prohibida o no tenga dueño, no significa que tengas el derecho de luchar por algo que alguien no está interesado, ¿Cuánto tiempo vas a luchar? ¿Siempre darás lo de dos? ¿Siempre estarás dispuesto? Yo creo que no, te conozco demasiado y haces berrinche por todo y para todo, ahora mismo como sabemos que no estás haciendo un simple berrinche y nos estás haciendo perder el tiempo. Entiende cada que te complacemos perdemos, aun no entiendes que siempre hay que ir en contra de lo que tú quieres y deseas. No podemos permitirnos cometer los errores de antes. Sabes que eso implicaría un desgaste emocional, físico, espiritual, sexual y la verdad que flojerita.

Pero quizá esta vez ganemos por la misma razón de que ya contamos con la experiencia, comento el ego, ahora sabemos cómo hacerlo, cuando hacerlo, dónde hacerlo y por qué hacerlo.

La razón dijo: nada es diferente, todo es igual, amo estos absolutos el ser humano debería regirse por ellos,  sólo cambia la manera y la forma en cómo se manifiesta el defecto, quieres anclarte nuevamente, ¿esa es tu sugerencia?

El corazón suspiro levanto la mano y dijo disculpen y ¿Qué hago con esto? Señalo su interior ¿que  con lo que siento?

La razón continuó, no podemos permitirnos perder el tiempo en cosas sin sentido, está bien que sientas, te felicito, es bueno. Sabíamos que algún día pasaría, no sabíamos con quién pero si éramos conscientes de que pasaría, ego no entiende que el objetivo es sentir, amar no importa la persona. Yo estoy feliz por ti, hace tiempo que no nos ilusionábamos y me uno porque hasta yo me sentía complacida, también me deje hacer cosquillas y sonreí. Amar no es malo pero te pregunto corazón ¿es real lo que sientes o es un apego? Si es real,  las cosas no tienen por qué cambiar continua así, la última vez no nos hizo daño  deshacernos, ocultar, evadir o denigrar lo que sentiste, por el contrario nos hizo fuetes. Pero y si es apego a lo sexual, al cariño, o a la compañía entonces ya nos jodimos. Bueno no, pero me dejas más chamba a mí para discernir.

El corazón se encogió de brazos se sintió apenado y dijo ayúdame.

El ego soltó un comentario a lo previo dicho: sí, es cierto, no pasó nada, sólo nos llevó 5 años permitirnos sentir con una persona, y nos quedarnos solos enfrentándolo todo.

La razón dijo ¿y qué? No pasa nada si son 5 o 10 años más. Mejor ayúdanos a discernir lo que hay en corazón, es real o lo generaste tu para satisfacer tus sentimiento de soledad, ¿es apego?

El ego hizo una mueca y dijo: al principio fue apego emocional y sexual, pero mejor dime tu ¿Qué te hizo generar un resquicio de pensamiento, de que podría funcionar?, ¿Qué te hizo pensar que podría ser real? ¿Qué viste que dejaste que corazón se estremeciera? Además si es apego o amor eso no interesa, no crees que si dejamos pasar el tiempo  ya estaremos viejos para sentir, para ilusionarnos, para realizarnos, ya estaremos viejos para amar a los 40, además podemos terminar solos. ¿Eso quieres?

La razón dijo: -¿y qué,  que nunca llegue el molde, el cuerpo, la cosa para poseer? Y que, que tus sueños, tus expectativas nunca se vuelvan realidad, porque eso es lo que tu buscas, satisfacer tus sueños, emociones, pensamientos y sexualidad frustrada, corazón sólo quiere amar y yo solo quiero que sea sana, honesto, busco que sea real y por tus deseos insatisfechos podemos cometer errores.

El ego se enfureció y fingió indignarse.

La razón continuo: lo importante es que sabemos que entre los tres podemos llegar  a un acuerdo, lleguemos a un equilibrio como antes, no puedo creer que 3 meses puedan contra tres años de trabajo, renuncia, aprendizaje. Sólo hay que hacer lo que nos toca. NO hay que exigirnos, no hay que pelear, no hay que entrar en desacuerdo, no hay que luchar para sacar un ganador. Ego entiende, ni el corazón ni yo ganamos siempre. Es más como sabes  que ahora mismo no estamos enfrentando una derrota, ganar, perder esos términos están sujetos a una subjetividad delicada. Sin embargo, LO QUE SI SABEMOS POR EXPERIENCIA Y POR QUE LO HEMOS COMPROBADO es que cuando tú pierdes o te rindes todos ganamos.

Quien dijo que la manera apropiada para amar es poseer lo que se ama. Ego, el día que termines por entender que puedes amar sin tener o poseer entonces volveremos a ser libres, en verdad te digo deja de quejarte, deja de crear sufrimiento donde no lo hay, tu insatisfacción nos causa más daño, que lo que realmente esta sintiendo corazón. Mejor deja que corazón sienta y permite que disfrute, no arruines esto, entiendo que estas herido, pero no justifica que quieras echarnos a perder todo, además sabemos que tu herida no es real, no estamos muriendo, estamos aprendiendo a vivir nuevamente.

Ego se justifica: es que yo quería creer que ahora todo era real, creí que habíamos encontrado algo, creí que ahora si merecíamos, confié en lo que estábamos viviendo.

La razón dice: entendiste, escúchate, creíste y confiaste en lo que quisiste, no te culpo parecía ser real pero, no lo fue ¿Y? ya aplácate, mira que te estoy dando chance a que te sientas herido, lastimado,  tu y yo sabemos que sólo juegas, eres perverso y dentro de ese dolor hay placer y lo disfrutamos, pero no podemos permanecer ahí. O te aplacas o te aplaco.

Ego se sintió descubierto, cruzo los brazos y lanzo una pregunta ¿Cuánto tiempo tengo?

La razón respondió ¿tu dime? también tienes derecho a tomar decisiones, yo sólo sugiero que  lo suficiente para sanar y lo mínimo para no perdernos en la indiferencia, el odio, el rechazo, el miedo, etc. Tú ya sabes.

Corazón levanta la mano, entonces puedo ¿sigo sintiendo?

La razón: si, tu continua mientras descubrimos si es real o no, eso nos ayuda y nos serví, se siente rico ¡no?

Corazón responde: si se siente cálido, tibio, humano.

La razón: y ego decide cuanto tiempo te llevar sanar y yo me encargo de terminar de un tajo con esto para no darle chance a ego a que se emberrinche más. ¿Todos de acuerdo?

Y todos dijeron: sí.

El corazón le susurro al ego: lo que vio fue una mirada honesta y noble ahí genero la idea y me ordeno otra cosa.

Ego voltio a ver a razón, y no te da coraje lo que te hizo.

Corazón: no, ego vió, observó y transmitió, yo sentí la mirada y supe que era real, razón lo sabe.

Ego: creo que sanar será más fácil ahora.

Yo: Ahora estoy lista, para decirte adiós. Adiós.

Enfrentar al enemigo

Hay una frase que dice: si no puedes contra el enemigo únetele.

La tarde de ayer, mientras la lluvia caía en la ventana, me acerque para contemplarla, siempre he creído que uno de los mayores placeres es ver la lluvia caer, estaba sola en casa, sin saber qué hacer, ya estaba cansada para leer, aburrida para ver una película y me dolía la cabeza por tratar de arreglar cosas que aún no suceden. A veces las tardes de lluvia son malas consejeras y se empeñan en remover viejos recuerdos ocultos  adrede entre los escombros de nuestra memoria.

Bueno pues, me tome unos minutos para disfrutar la lluvia y mientras la veía,  me dije ya es hora no puedes seguir así y tú lo sabes. Así que me senté en mi silla favorita, serré los ojos, respire y dije es hora, ya te permitiste sentir, pensar, soñar, recordar, enamorarte,  ahora ¿porque estas así? ¿Por qué te sientes así?, tan insatisfecha ¿qué te duele? ¿Por qué te permites estar así? ¿Qué juego perverso estás jugando o estas planeando ahora? cuando descubrí la respuesta, o mejor dicho cunado acepte la respuesta y la dije en voz alta le pedí que se santera frente a mí y le invite un café. Me levante prepara el café serví las dos tazas, puse la mía frente  a mí y la segunda frente a mi enemigo, la soledad.

Empecé a hablar yo, ella siempre ha sido callada, tímida, sigilosa, confortante, astuta y mañosa. Primero le di la bienvenida y después entablamos una larga conversación.

Bienvenida a casa, hace tiempo que no te sentía tan cerca y tan invadida de ti, que no se si sentir miedo o asco. Creí que me había desecho de ti hace tiempo, pero debo confesar que también llevo tiempo acariciándote con mis pensamientos. Te veía rondando y trataba de huir de ti, no quería aceptar que ya estabas aquí, bien pues hoy acepto que estas aquí, y que has invadido mi espacio, mi vida, mi espíritu, mi ser. Y la verdad mi humanidad dice que está bien que estés aquí, pero la poco cordura que aún existe en mí, dice que no eres bienvenida y me exige que te pida que te marches. Esa lucha entre las dualidades del bien y el mal me cansan, me estresan y ya no quiero luchar, cada que lucho me pierdo, me encarcelo y no me gusta. Permíteme exponerte las razones o si tú lo consideras las justificaciones del por qué no puedo ni debo buscar tu compañía, aun cuando seas la única que me la ofrezca y me repitas una y otra vez que no habrá alguien para mí, así como tú lo estás hoy. En el pasado me hiciste mucho daño, es cierto fuiste leal pero tu lealtad y el aferrarme  a ti me hicieron lastimarme. Con el tiempo entendí por qué apareciste en mi vida y por qué te deje entrar y sobre todo, entendí  el porque te acepte, pero ahora, ahora a estas alturas de mi vida pretendes volver ¿por qué? ¿Qué te propones? ¿Qué buscas? ¿Qué quieres de mí?

Si no mal recuerdo de ti aprendí que te acercas con el propósito de hacerme sentir vulnerable, sensible, débil, frágil, hambrienta de compañía, cariño, aceptación, amor y generas pensamientos, emociones que no son reales, para que  busque la salida fácil. Es cierto que hoy eres tan real, que me haces sentir tan inestable,  tan aterrada, tan llena de dudas y no quiero que me obligues a buscar compañía sólo por llenar ese vacío o el hueco que me has ayudado a cavar a propósito. No quiero volverme co dependiente otra vez, sólo porque tú dices que lo necesito, no quiero olvidar quien soy en realidad, sólo porque tú lo grites o lo ordenes o lo mandes, no quiero buscar refugio en  personas equivocadas, no quiero rogar, suplicar con la mirada por una caricia, un beso, un abrazo, un te quiero, un confía, un  apoyo, una seguridad, no quiero aceptar migajas, no quiero auto engañarme en las falsas promesas y caricias forzadas  que surgen de las noches de intimidad frecuentadas por ti, porque tú eres el común denominador entre dos seres carentes de compañía, porque sé que el precio a pagar en muy caro. No quiero refugiarme en el alcohol, porque sé que ese no es el problema. Tú eres la enfermedad y las caricias, la compañía y el alcohol y la fantasía de la necesidad de ellos son sólo el síntoma.

Sé cómo operas dentro de mi mente, te conozco bien y es obsceno que aun así te invite a mi vida, he trabajado contigo por años, a veces te dejo ganar como ahora, a veces te he derrotado en cuestión de  minutos y hoy, hoy ¿tu dime como lo solucionamos? Lleguemos a un acuerdo, estoy interesada en hacer pactos contigo. Recordemos un poco, te parece, dime ¿de dónde vienes?, ¿de donde surges realmente? ¿De dónde  te he creado? Y ¿por qué has tomado tanta fuerza?. A si ya recuerdo, surges de mi ego herido, ese que dice que ya estuvo de estar sola, ese que dice que quiero compartir, platicar, ser escuchada, admirada, cuidada, amada etc. Y quizá si lo quiero, todas las mujeres buscamos eso, pero si no ha aparecido la persona correcta, quizá es porque ante los ojos de Dios no lo necesito. Y la fuerza la tomas porque sabes que me he alejado de mi padre y por eso ya no hay fuerza en mí, pero sabes que mi fe, mi confianza y mi amor por él sólo están dormidos, necesito despertarlos y entonces tú desaparecerás por completo.

Hoy te digo no te necesito, sal de mi vida, de mi casa, de mi vida, hoy he ganado yo, mañana tendré nuevamente una taza de café disponible para ti y volveremos a conversar, yo soy esa mujer que lucha día a día consigo misma y soy esa mujer que insiste en ser libre de ella misma, tú también me conoces, habrá batallas día a día y la guerra la ganare el día que muera. Cuando salgas cierras la puerta por favor, gracia por la charla de hoy.

carta a un caballero

La duda, la incertidumbre al igual que la zozobra matan el alma lentamente, el ser humano se envenena  poco a poco y por gusto propio. He aquí la razón por la cual he decidido  escribir yo. No sé quién es usted, tampoco tengo el placer de conocerle mucho, sin embargo conozco lo que usted me permite saber sobre usted, no puedo quejarme sobre si es mucho o si es poco, solo sé que eso representa  lo sufriente para usted. Debo confesar que por un momento fantasee con lo que pudo ser, porque me deje guiar por mi parte humana, un día basto para darme cuenta que podía ser tan humana como hace tiempo no lo era. ¿Dio miedo? Sí, pero no quise detenerlo. Así que me permití sentirlo, disfrutarlo sin temor al mañana. No voy a negar que me gustó, pero al poco rato recordaba quien era y eso bastaba para dejar de lado la parte humana y aterrizar cualquier pensamiento o emoción que flotara en el aire. En algún momento escuche decirle que no sabía tratar a las mujeres y honestamente no lo creí, me burle para mis adentros, ya que lo consideraba honesto y noble, creo que me equivoque, creí haber visto algo diferente en usted. Y efectivamente no sabe usted  tratar  a las mujeres, a una dama menos. Si al leer esto aparece una ligera mueca en su rostro o de plano una sonrisa. Pregunto ¿porque se ríe? ¿Que oculta cada vez que se ríe? ¿Qué emoción? ¿Qué pensamiento? ¿Qué sentimiento? Alguien me dijo un día que la burla era un defecto muy cruel además de que era de mala educación, sobre todo si alguien le abre su corazón ¿qué le molesta? Que otros si pueden y tiene el valor para hacerlo. Bueno continuo, el punto es, estos días me ayudaron a pensar a discernir lo que estaba pasando conmigo y me di cuenta lastimosamente que me estaba volviendo humana sólo eso, ¿gran cosa no? Y pues eso no está bien. Yo sé quién soy, lo que tengo y lo que no tengo y confió en lo que soy y no soy, por ello es que puedo ser tan real. Estoy bien, estoy tranquila, estoy en paz. No tiene que fingir, no tiene que ocultarse o esconderse. A veces me gustaría volver a hablar con el caballero que fingió ser para llamar mi atención. Sé cómo es usted, como trabaja, como opera y también se porque hace lo que haces, conozco la razón o razones que lo obligan a actuar así, y es comprensible mas no justificable.  en algún momento fui como usted y no me gustaba serlo, así que en cuanto vi la oportunidad de zafarme trabaje duro, para poder ser digna en todos los aspectos, moral, emocional, mental, sexual y espiritual. Diga lo que diga usted y yo tuvimos algo, el titulo está por demás, que ¿cómo lo sé? Tuvimos algo desde el mismo instante es que le permití llamarme y mensajearme por las noches. Caballero déjeme recordarle que la intimidad crea las relacione y la intimidad inicia al compartir y la intimidad es más fuete que lo sexual. Por qué podrá usted coger muy rico y todo, pero si no hay intimidad, no hay nada, usted lo sabe por algo dejo de buscar, de compartir, de intimar, de insistir. Estoy en paz, aun cuando mientras me estrechaba entre sus brazos descubrí la enfermedad, mas no el antídoto y eso es un avance, además tratos son tratos y se respetan, eso sí es digno de admirarle, la lealtad que por usted profesa. En algún otro momento le escuche decir que una servidora necesitaba un hombre de verdad, alguien que lograra dominarme y yo añadiría que necesito de alguien capaz de dominar todos los demonios que hay dentro de mí, alguien que acepta, las cicatrices, las heridas, que no pregunte, que no juzgue, que acepte mi realidad, mis fantasías, que acepte lo enigmática que puedo ser. Busco y merezco a alguien al cual no tenga que convencerlo de estar a mi lado. Y tampoco se tome usted tan en serio o con tanta importancia, que usted al igual que yo no siente  nada, sólo son cortinas de humo. Sinceramente es risorio que escriba que no se quiere enamorar, cuando a lo que en verdad debería de tener miedo es a amar. Creo que ya le había dicho que el amor está compuesto por respeto, cuidado, dedicación y lealtad. El enamoramiento es el inicio más no el fin. Bueno caballero su precaución y auto cuidado algún día tendrán que ceder. Enamorarse cualquiera, sexar cualquiera. Amar pocos y es cuestión de decisión. Entonces ¿amigos, amigos, o nada?

Y sí…

1) y si lo intentamos…

2) y si lo hacemos de nuevo…

3) y si me enamoro…

4) y si me caigo…

5) y si me lastiman…

6) y si no puedo…

7) y si me equivoco…

8) y si me pierdo…

 

  1. a) no perdemos nada
  2. b) me gusto lo que tuvimos
  3. c) no quiero sufrir otra vez / vale la pena
  4. d) no quiero fracasar / me levanto otra vez
  5. e) no quiero sentir dolor
  6. f) no soy capaz de afrontar el fracaso.
  7. g) me da vergüenza equivocarme
  8. h) y nadie me encuentra.

La traición puede ser la lealtad más grande

Un día como cualquiera la mujer rehabilitada, se levanta para realizar sus actividades cotidianas. De pronto se ve al espejo,  sin darse cuenta se toma unos minutos para indagar y examinar entre las arrugas, las pecas,  las manchas, y la ojeras de su rostro. Con la mirada sorprendida, se da cuenta que su rostro luce diferente, ha cambiado, ahora luce, más viejo,  y de inmediato le ordena al cerebro que le muestre la edad y cae en cuenta que ya tiene 37 años, que ya no es la mujer de hace 10  años y por un momento permite sentirse desconcertada, desanimada. Después de percibirse vieja se mira fijamente  y se pregunta y ahora ¿quién eres? De repente echa un vistazo al reloj y ve que ya son 5 minutos tarde así que regresa la mirada al espejo  y se regala una mueca  en consuelo al ver que no puede hacer algo  para remediar los estragos de su rostro que ha causado la edad, frunce los hombros  en señal de aceptación y conformismo por sentirse impotente ante las  huellas que ha dejado el tiempo en su rostro.

Ese mismo día, cuando llego  a su trabajo se permitió traer a su mente la imagen que vio por la mañana en el espejo y pensó que ya habían pasado mucho tiempo desde la última vez que se sintió ilusionada, acompañada, complacida, etc.  y que tal vez seria bueno darse la oportunidad de hacer cosas nuevas, tal y como sus amistades, familiares y conocidos le aconsejaban. Todo mundo le recomendaba a enamorarse,  darse la oportunidad de conocer  a alguien, le recalcaban que su hijo pronto crecería y haría su vida y ella se quedaría sola. Ella se negaba rotundamente a la idea de estar con alguien, puesto que estaba consciente que su condición de madre soltera siempre la privaría de tener algunos privilegios, pero creo que eso no le molestaba tanto como el hecho de saber que a los hombres no les agrada el compromiso.

Así que pensaba,  bueno si no tengo privilegios  tendré que conformarme con lo que las personas estén dispuestas a ofrecer ya que ella tampoco podría ofrecer tanto. Y  así sin darse cuenta fue recayendo,  poco a poco la maña, la justificación que los hombres no aceptarían su condición y aun encadenada a ese pensamiento se permitió darse una oportunidad con una persona que tampoco estuviera dispuesta a ofrecer tanto. Ella sabía que  la parte sexual era más fácil de satisfacer, así que se guio por esa parte. Sin embargo, estaba consiente que no podía involucrar emociones y sentimientos y para ella también estaba perfecto porque las emociones requerían tiempo y tiempo era lo que no tenía para dar, ya que entre trabajo, hijo, escuela y casa, el tiempo era lo que menos sobraba. La primer mentira fue que no habría sentimientos, pero la verdad era que poco  apoco surgían así que ella diseño otro plan para escapar de los sentimientos. Haciendo precisamente eso renunciar y huir. Huyo de lo cotidiano poniendo cierta distancias, fijando horarios, fechas,  lugares así ella se sentía a salvo, ya que de lo cotidiano surge la intimidad y de la intimidad surgen, los sentimientos.

Bajo sus propios términos y condiciones se sentía a salvo, no había problema, así pasaron los años y un día conoció a otra persona. Esta persona en un principio le parecía un ser humano con ciertas desventajas para ella, desventajas que sabía que se podrían volver en  fortalezas si ella así lo decidía, pero pensar de esa manera podría traerle problemas, complicaciones y sufrimiento, así que prefería pensar en  ciertas barreras como la edad, como la soltería, como la inmadurez, la juventud. El erro fue pensar, si pensar. Ella creí que si pensaba y analizaba detenidamente lo que sentía lo podría comprender y mantenerse a  salvo, sin tener que huir esta vez. El error fue dejarse guiar por el pensamiento de que los hombres solteros no tienen trabas, ataduras, horarios. Entonces con la plática constante, con las llamadas y menajes ella fue construyendo fantasías, ideas,  que ella  sabía perfectamente estaban prohibidas y cada que luchaba por mantenerse con los pies en la tierra se decía para sí misma, solo disfrútalo, déjate llevar, solo por hoy. Ella sabía perfectamente que su miedo también era enamorarse, y él le había dicho que no buscaba enamorarse,  así que todo estaba bien establecido. Sin embargo, ella  decidió traicionarse un poco ¿Cuándo? Pues en el preciso momento en que dejó de ser tan analítica y se permitió sentir y ser ella misma, descubrió tantas cosas tan desconocidas en su persona que ya no sabía cuál era la mujer real, la anterior o la que estaba surgiendo. Un día mirándose al espejo teniendo las charlas acostumbras con ella misma frente al espejo descubrió que no se estaba traicionando sino que en realidad estaba empezando a serse fiel  en todos los aspectos, en el mental, emocional y sexual.  MIESTRAS ELLA TERMINABA LA CHARLA FRENTE AL ESPEJO, vio que entro un mensaje al teléfono, el cual recalcaba que esta persona no se quiere enamorar. Por unos segundos dejo que la emoción penetrara en sus entrañas y sintió el sonido del corazón cuando se rompe,  tan rápido como pudo volvió al espejo, se miró y se dijo con la mirada es verdad, él no quiere enamorarse, y yo tampoco pretendo hacerlo, las amantes no nos enamoramos. Sólo nos entregamos por instantes, somos fieles por instantes, somos lo que siempre hemos sido.

Había que responder el mensaje, había dos opciones, seguir siendo la amante y no perder lo o enamorarse y renunciar a él. ¡Qué dilema!

¿Tú qué decidirías?

Así de rápido se manejan las emociones cuando se vive en la conciencia, no hay dramas, no hay reclamos, sólo consistencia, amor, lealtad.

Ríndete y acepta

Las personas  todos los días se enfrentan a diferentes y complicadas situaciones. Y muchas veces la capacidad que cada ser humano tiene para enfrentarlas depende en gran parte de la valentía o la cobardía que cada uno posee. Uno considera que es valiente porque sobreviven todos los días, por que resuelve inteligentemente y astutamente las problemáticas, aunque ellos no saben que inconscientemente terminan haciendo la misma cosa, huir, evadir. El ser humano no afronta evade, el ser humano no vive, sobrevive. Sin embargo, si el ser humano sobrevive todos los días a diferentes circunstancias y tiene la capacidad para sobrellévalas ¿por qué no es feliz?

Ser valiente no es lo mismo que mantenerse a salvo, intacto. Uno de los mayores miedos que el ser humano cree enfrentar es el dolor o el sufrimiento. El ser humano le tiene pavor a que le hagan daño. Es por ello que crea, escudos, bloqueadores, escusas y es ahí cuando él mismo empieza a rechazar situaciones, personas, lugares, emociones. Y cuando empieza a negarse a sí mismo lo que él desea tener, o anhela tener o sentir empieza a sufrir verdaderamente. No después. Es gracioso como el ser humano suele caer en su propia trampa. Evito amar, entregarme a otro ser humano para no sufrir pero al evitar amar y entregarme sufro por que deseo estar con esa persona que según él le hará sufrir. Vaya dilema al que se enfrenta el ser humano, y ya viendo lo desde este punto  de vista a poco no suena hasta risorio.

El ser humano ha vivido equivocado, el mayor de los miedos al que se enfrenta  no es el sufrimiento, el dolor, no es al que le hagan daño, nadie quiere hacerte daño. A mi parecer existen dos grandes miedo en el ser humano. El primero es amar y el segundo es dejarse amar. Hablando en cuestión de las mujeres. La mujer es extremadamente cobarde, cunado sabe que ama, huye del amor como si fuera la peor de las enfermedades contagiosas. Por eso oculta, finge, miente. Su ego no le permite saberse enamorada porque siente que amar es para personas débiles, tontas, indignas, pobres de espíritu, amar es sinónimo de debilidad. Cuando debería ser sinónimo de grandeza espiritual, mental y emocional. A las mujeres no les interesa amar, porque se perciben a sí mismas como sumisas,  débiles, vulnerables. La mujer está empeñada en demostrar ser el sexo fuerte aun cuando esto  las arrastre a la eterna infelicidad, no conviene reconocer que estoy amando. No importa si  mueren odiándose por no haber obtenido en eta vida ni el reconocimiento por ser exitosas, fuertes, firmes,  mucho menos haberse dado la oportunidad de amar. La lucha mis queridas amigas no es contra los hombres y lo que ellos puedan hacernos al saberse amados por nosotras. La guerra tampoco es con el amor y mucho menos con Dios. La guerra es con nosotras misma y la  aceptación de saber que en nuestra naturaleza esta amar de una manera tan intensa jamás imaginada o conocida por el propio sexo masculino. Esa es una de nuestras mayores capacidades que se nos dio al nacer,  amar.

La mujer tampoco soporta el saberse amada, la mujer no sabe qué hacer con tanto, cuando se siente o se sabe amada, le da terror sentirse protegida, apoyada. Piensa que le están restando autoridad, independencia, responsabilidad, poder. Y verse dócil tampoco es una buena opción para el ego y la imagen de autorrealización que tiene. Por eso renuncia, huye, evade, destruye. Es preferible continuar con la farsa de la feminista triunfadora, independiente, invencible, fuerte a la humildad de reconocer que eres uno de los seres humanos más amados, no solo por el sexo masculino, si no también te pesa saber que eres amada por tu creador, Dios.

Deja los miedos, los resentimientos, las dudas, las incertidumbres atrás y atrévete a  amar, y acepta y reconoce que eres bien nada. ES más fácil rendirse ante esas dos verdades que vivir fingiendo que a ti no te pasa, no te sucede. Suéltate ama y déjate amar. Y ¿qué?, que te lastimen y ¿qué?,  que te rompan el corazón en mil pedazos. Si eso pasa, se lo suficientemente inteligente a valiente para levantar los pedazos, pega lo que se tengan que pegar y vuelve a intentar una y otra vez, pero jamás te escudes en el miedo al sufrimiento para no volver a sentir amor y no tener amor en tu vida. Las mujeres valientes dicen si acepto, te amo y agradecen por ser amadas.

Cuando el ego es más grande que el amor en ti, te vuelves la mujer más infeliz del mundo. Ahora ya sabes por qué estas resentida contigo misma.

Insaciable

Hace poco tiempo escuche una canción, que me hizo recordar grandes cosas sobre el proceso que en algún momento experimente y el cual  me enseño muchas cosas sobre mí, sobre la vida, sobre la sociedad, sobre los defectos y sobre Dios. Una de las cosas principales que recordé fue: que es muy sencillo olvidar las cosas significativas de la vida, es muy sencillo olvidar a personas, sucesos, momentos, proceso, lugares, palabras, frases, promesas, creencias, amores etc. Es increíble como el ser humano tiene la capacidad de logra olvidar tanto en tan poco tiempo, pero ¿a qué se debe esa facilidad para olvidar?. Será acaso su falta de conocimiento, su falta de práctica, su falta de fe, su falta de armonía, su falta de interés, su falta de información, falta de religión, falta de Dios, falta de amor o simplemente porque conviene olvidar.

Confieso que algunas veces observándome a mí misma y a solas me doy cuenta que estamos tan sumergidos en la vida cotidiana, que hacemos las cosas en automático. Nos volvemos adicto a la rutina y así nos mantenemos sometidos, atados a la falsa idea de la estabilidad económica y emocional. Creemos que lo que conocemos lo es todo y no hay nada más. Nos llenamos de justificaciones para no entrar en razón o tener un sano juicio. Bajo esas circunstancias, empezamos a desarrollar tedio y porque no decirlo hasta miedo a lo desconocido, nos da flojera  experimentar, incluso el tratar requiere un gran esfuerzo físico y mental. Nos da fobia renuncia a lo que nosotros conocemos. Y me pregunto ¿el señor alguna vez abra sentido tedio, aburrimiento por el ser humano?

La canción expresa que Dios es insaciable y así debería de ser el ser humano para consigo mismo, insaciable. Deberíamos, buscar, crear, cambiar,  amar, intentar, el ser humano debería buscar riesgos siempre, ser leal consigo mismo y a sus convicciones no a sus seguridades económicas y emocionales. Una vez una persona me dijo que el señor no se conformaba con mi fe, el señor requería de todo mi ser para ser fiel, leal, el buscaba tener mi cuerpo, mi alma, mi corazón, mi afecto y mi atención por eso es insaciable y hoy lo entiendo perfectamente. Con Dios todo, sin Dios nada. Pero para poderle pertenecer hay que renunciar al mundo y lo que este ofrece. Nosotros también deberíamos de ser insaciables para con él.

Por eso el ser humano deja de creer, de tener fe, tan fácil, porque prefiere el mundo, antes que a Dios. Cuando el ser humano olvida que hay alguien más grande que él mismo y que el universo, olvida lo importante, y se enfoca en lo terrenal así es como llegan las preocupaciones, los problemas las enfermedades en nuestras vidas. Es tan fácil olvidarse de Dios cuando no se ha vivido en él, no es lo mismo tener fe que vivir en Dios. Es una lástima que muchos seres humanos jamás tendrán la oportunidad de conocer como es realmente él y es un lástima que los que lo hemos vivido y conocido ahora lo ignoremos justificando que la vida y el mundo nos consumió.

Honestamente hace algunas semanas estuve pensando en cómo era la mujer que  inicio este blog y que ahora al parecer ambas mujeres no tienen mucho en común. Curiosamente han pasado solo tres años, no ha pasado un siglo o una vida de diferencia para creer que exista un cambio realmente justificado. Me dio miedo ver  en la mujer que me estoy obligando a convertirme, haciéndome creer que soy víctima de mis propias circunstancias. Las cosas no son así, y no tienen porque ser así,  la clave para regresar al camino y volver  a estar con él son: la renuncia,   la rendición y la insaciabilidad. Buscas tenerlo todo señor, pues bien puedes tenerlo todo.