«El sueña con la mujer perfecta, Ella busca al hombre perfecto. Lo que no saben es que Dios los creo para perfeccionarse el uno al otro». Genesis 2:18
Es cierto que las mujeres tenemos la idea de que en algún lugar de este mundo esta nuestro príncipe azul, hablo de ese hombre perfecto que nos hablaron desde pequeñas. Algunas, mujeres logran encontrarlo y muchas a pesar de que ya lo tienen y aun cuando duermen con él, lo siguen buscando. A mi parecer y si hablamos con la suficiente consciencia y madurez, la mujer puede ser feliz con el hombre que ella elija y ella misma podría convertir en hombre perfecto a cualquier hombre, ¡ojo! No hablo de que tengas que cambiarlo o amoldarlo a ti, hablo de que respetes. El problemita está en que somos muy caprichosas, muy sentidas y cualquier cosa o situación provoca que explote y se magnifique nuestra hipersensibilidad. Sobre todo cuando no obtenemos lo que queremos, pensamos, sentimos, añoramos, ilusionamos, deseamos, soñamos etc. Así mismo, la mujer es la responsable de escribir y reescribir nuevas historias, no solamente una en la que ella siempre sea la protagonista. No es necesario que te cases con una historia, tú puedes hacer una historia especial empezando desde cero. Empezar no es tener nada, empezar de nuevo es mucho más sano que solo plagiar historias de otros.
La mujer se encasilla y se enferma creyendo que puede encontrar al hombre que tenga todas las características y cualidades que ella dice debe tener su hombre perfecto, en su historia perfecta. Como ya sabemos eso no existe y por ende la mujer que termina una primera relación, terminara una segunda y terminara una tercera y una cuarta. Y de todos esos hombres sacara una cualidad una característica en específico que le gustaría fuera propia del segundo y así consecutivamente. Deseará que el hombre en turno tenga las características y cualidades, del primero y del segundo y así consecutivamente. Por eso me atrevo a decir que el hombre perfecto de la mujer es como un tipo Frankenstein, en la cual el hombre perfecto tiene las manos de fulanito, pero con los ojos de sutanito, la amabilidad de uno y la inteligencia del otro, etc.
Perdón por la analogía pero fue la única manera que encontré para hacerlo más entendible. Con eso de que el ser humano aun leyendo es mañoso e interpreta todo lo que lee a su conveniencia. Otro de los vicios femeninos, es la continuidad que le da a un historia de amor que en un inicio tuvo un protagonista a mitad de la historia dicho protagonista se volvió antagonista y la historia tuvo una pausa y digo una pausa porque para la mujer murió el protagonista mas no la historia así que la siguiente victima tendrá que usar el mismo libreto para culminar la historia tal y como ella lo escribió en su mente. Para la mujer que planea vivir o experimentar eventos, situaciones, viajes con una pareja que no pudo cumplirlos, solo traslada esos mismos planes con el siguiente prospecto. La mujer no termina de entender que tiene que respetar hasta esos puntos, esos hechos, no puede comparar y buscar volver a vivir cosas que ya vivió con otros, solo porque sigue disque enamorada o simplemente por capricho.
Seguramente te preguntaras bueno pero eso a nadie le afecta, claro que si afecta, no puedes obligar a vivir a alguien lo que tú quieres vivir. No puedes pedir que esa persona te cumpla caprichos como lo hacían los demás, no puedes pensar que todos son iguales y deben hacer las mismas cosas. No puedes ni debes comparar. Por eso sufres y no digas que no, porque sé muy bien que si lo haces. Aprende a respetar y entiende que todo inicio de relación implica borrón y cuneta nueva. Deja de pensar como niña chiquita que el hombre perfecto te tiene que cuidar, proteger, sacar una sonrisa etc. No claro que no tu estabilidad emocional no puede depender de alguien más. Si tú no te sientes a gusto o satisfecha contigo misma emocionalmente, nadie cubrirá esa parte, nadie. Y ese es tu problema no el de los demás, tú tienes que solucionarlo, no puedes dejar esa responsabilidad en manos de los demás o atribuírselo a tus muchas parejas.
¿El hombre perfecto? Un hermafrodita: un individuo con un órgano masculino, el pene y uno femenino, el cerebro. Vladimir Luxuria