Crisis, la oportunidad de hacer un cambio.

«Existe un breve momento en la vida en el que te sientes más perdido que nunca: ese momento es el principio de un encuentro… El reencuentro contigo mismo o la vida en realidad.»

Considero que la crisis en cualquier proceso que se presente es benéfico para detenerse a pensar y saber retomar nuevamente el camino. El ser humano siempre se queja de los problemas, las derrotas, las caídas, las desilusiones, las decepciones. Y es que el ser humano esta tan encapsulado en su ego que no percibe no concientiza que si está ahí es por algo, quizá no estás en el lugar ni en el momento adecuado. Quizá donde estas hoy es donde debes estar. Todos los sitios y todas las emociones son parte del viaje, son los gajes de la vida. “Y muchas veces no conseguir lo que se quiere es un maravilloso golpe de suerte.» Dalai Lama. Pero difícilmente se perciben así los momentos  de crisis porque estamos cegados por el pesimismo. El ser humano tiene tantas ansias de vivir lo invivible, de hacer real lo imposible que se brinca trancas, reglas, tiempo. Y es que el ser humano es indiscutiblemente corrupto que piensa que en todo y para todo, puede actuar de la misma manera. Por eso todo le falla, todo resulta en fracaso, le haga por donde le haga, le busque por donde le busque.

El ser humano piensa que mueve las fichas de ajedrez por sí mismo y a su conveniencia. Se alaba y se ensalza por sus logros obtenidos a lo largo de su vida y en su persona, cuando en realidad todo en la vida tiene una razón y un propósito. Nada es crédito tuyo. Por eso cuando las cosas no salen como quieres te frustras. Es importante identificar el momento de crisis, ya que se puede sacar múltiples ventajas y beneficios de ese momento crucial. La crisis es el punto justo para re direccionar, repensar sobre lo que se hace, lo que se hizo, como se está pensando, y lo que se pensó, sobre lo que se está sintiendo, y lo que se sintió, la manera en como se está actuando. La crisis no es evadir, no es buscar la salida fácil. Si el camino es recto no puedes hacer veredas curvas. No es meterse en más complicaciones. Es pausar y pensar. Experimentar una crisis o varios momentos de crisis siempre es para bien.

En la crisis emocional cuando llegan las emociones por cualquier situación que se esté viviendo hay que dejarlas que lleguen todas juntas, junto con todos los pensamientos, el mido, la angustia, la frustración, la ira, el coraje. Y si está permitido llorar, que hagas berrinche como niño chiquito que grites, patalees. Está permitido sentir la muerte por el dolor y la impotencia que se siente. Es válido hacer una catarsis, para renacer como el ave fénix.  Lo que no está permitido es que te desquites con los demás.  Y que los demás sean espectadores de dicho espectáculo. No tienes derecho a lastimar a las demás personas, o a contaminarlas ya sea tu marido y tus hijos. En la crisis existencial el ser humano paso por alto que algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente se encontrara a si miso, y esa puede ser la más feliz o la más amarga de sus horas dependiendo como lo quiera ver. El enfrentarse a sí mismo y conocerse y empezar a aceptar que no se es nada. Es una tarea de vida y que todo individuo tiene derecho a experimentar. Lo que no está permitido es quedarse atrapado ahí. Es el proceso donde la crisis es la más significativa de todas, el definir ser o no ser, conocerse o no conocerse, salvarse o morirse.

Los momentos de crisis siempre nos dejan algo, una decisión importante que  tomar, un aprendizaje, una enseñanza, salvación etc.  Hay que renunciar y aceptar,  el ser humano piensa que renunciar es conformismo y la renuncia consiente no tiene nada que ver con el conformismo. La aceptación de que no se puede tener todo en la vida, cuando uno tiene la expectativa de poseerlo, no significa resignarse. «Aceptar. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar.» Dalai Lama. El ser humano consiente y maduro sabe que cuando quiere que algo mejore en su vida y con el mismo solo tiene que cambiar su forma de pensar y actuar.

El ser humano tiene que aprender a serenarse y ser paciente. Todo llega a su debido tiempo y cuando tú lo necesitas, no antes no después. Ya no sufras solo confía.»La serenidad no es estar a salvo de la tormenta. Sino encontrar la paz en medio de ella. Y la Paciencia es el arte de liberarme de cargas emocionales innecesarias para mantener mi estado de paz.»

 

 

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